martes, 2 de marzo de 2010

Pidamos por Chile

Amigos:

Veo con inmensa alegría el enorme despliegue de ayuda de numerosos chilenos hacia los más afectados por el terremoto. Creo que es el propio Espíritu quien inclina así los corazones hacia los más desamparados. Sin embargo, en esta difícil hora, poco he escuchado de Dios; y nosotros sabemos que Él es el Salvador, para quien "nada es imposible".

Usemos el maravilloso regalo que Dios nos ha dado: la Fe. Sabemos que la oración es eficaz, y que todo lo que pidamos al Señor, en nombre de Jesucristo, se cumplirá. Pensar que hay personas que renuncian a una vida de acción por los demás, para entregarse a una vida de oración por los demás, nos anima a confiar en el infinito poder de la oración. Las apariciones de María en el siglo pasado trajeron un mensaje inequívoco: no dijo "Actúen por los demás", sino "Oren por la conversión". No se trata de despreciar la acción, sino colocarla en el sitio que le corresponde. Las obras siguen a la Fe.

Aportemos pues a nuestro país mediante nuestra oración. Les propongo una breve jaculatoria, que podremos repetir en comunión a cualquier hora del día:
"Señor, ten compasión de tu pueblo chileno".

Mientras más la repitamos, más pronto cederá nuestro Padre en realizar prodigios para bien de nuestro país, pues se sentirá complacido de nuestro deseo de ayudar al propio Cristo que sufre en el pueblo chileno. Repitámosla constantemente, sabiéndonos en compenetrada comunión de todos nosotros.
Y como signo de mayor comunión, les propongo que a las 12 de la tarde, junto con el rezo del Ángelus, repitamos todos juntos la jaculatoria desde donde nos encontremos. Así uniremos la oración por la cual María permitió la salvación de todos los hombres junto con nuestro deseo de la salvación para Chile.

También les propongo que mantengamos esa misma intención durante nuestras oraciones del día: por la mañana, por la tarde, en la misa, a la hora del rosario, en la liturgia de las horas, de manera que seamos como la primera comunidad cristiana, que tenía "un solo corazón". Los que podamos compartir la misma Eucaristía, intentémoslo hacer. Si conocemos personas que también puedan unirse a esta cadena de oración, enviémosela y compartámosla.

un abrazo grande a todos
confiados en Cristo!

1 comentario:

  1. "Señor, ten compasión de tu pueblo chileno" y... a sembrar!!!!!!!! :)

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