Que el grano de trigo se abra
que el corazón duro se quiebre
para que otro nuevo renazca,
da fruto el grano que muere.
Mi vida extendida en la piedra
espere muy mansa y valiente
el hacha que en dos la desprenda
pues dando la vida no hay muerte.
Y así
hundido en la tierra amarga,
sin luz, ni calor, ni casa
de pronto algo nuevo brota.
Y así
milagro escondido de agua,
oculto en entraña de tierra
de pronto algo nuevo brota.
viernes, 15 de octubre de 2010
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