sábado, 30 de enero de 2010

Toma mi vida, Señor (canción)


Ésta es una canción de entrega y ofrecimiento, que no deja de interpelarme a mí mismo. La compuse pocos días después de la navidad del año 2008, pero hace pocos días le agregué la segunda estrofa y quedó tal como se las presento hoy.

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Toma mi vida, Señor,
toma mi vida, por fin,
para ti, Señor,
para ti, mi gran amor,
para ti, mi alegría.
No tendré miedo,
no esta vez.

Sólo te pido un deseo
que para siempre
desde este momento
se haga sobre mí
tu más perfecta voluntad, mi Señor.
No me conforme,
no esta vez, Señor.

Toma mi corazón
tómalo entero.
Te ofrezco todo, Señor,
cada uno de mis sueños,
mis manos y mis pies,
mi cuerpo y su anhelo.
Mi altar más dorado, Señor,
te ofrecerá sacrificios
toda mi vida.
Toma mi alma
toda la eternidad.


Toma mi vida, mi Dios,
recibe pronto
este ofrecimiento
no sea que tal vez
me pierda yo de nuevo.
No puedo mucho
no sino tú.

Ven a mi encuentro, por fin,
y deja lleno
este cántaro vacío
de modo que en mi voz
no haya nada sino tu amor.
Toma mi barro
para ser rayo de sol.

Toma mi corazón
tómalo entero.
Te entrego todo, Señor;
tú todo me lo diste:
mi lengua y mi mirar,
el sol, la tempestad,
te alabo por todo, Señor,
y ofrezco por sacrificio
toda mi vida.
Toma mi alma
para ti, mi Señor.


Toma mi vida.


26-12-2008 ~ 29-01-2010

viernes, 29 de enero de 2010

Cuentos

¿Se tratará el cuento
de que hay diferentes
mundos con bellos versos
y expresiones decentes;
de manera que existen
tres mil cielos alegres,
diez mil modos de abrirse
un camino celeste?

¿O tal vez, en verdad
son pocos buscadores
los que van al altar
de los más altos montes;
de manera que muchos
duermen, viven sin roces,
y su espíritu mustio
duerme, olvida su nombre?

De manera que el cuento
no sea de muchos caminos
que llegan hasta el cielo,

sino más bien se trate
de dormidos que están muertos
y de vivos que se salvan.

14-07-2007

La Navidad de la historia

El anhelo hondo y firme
que guardaba en secreto
el corazón del primer ser humano.

La lluvia que esperaban
los pueblos de la historia
cuando los azotaba la sequía.

El guardián fuerte
que el hombre de las cavernas
clamaba sin imágenes
cuando era cercado por las fieras.

La misericordia
que suplicaban los rostros
de las naciones derrotadas.

La luz clara
que ya veían resignada
los ojos del ciego.

El escudo que buscaban
como a los pechos de su madre
los brazos acorralados
de quien era apuntado por la flecha.

El milagro imposible
que mantenía en pie
las almas que caminaban al Seol.

El consuelo cierto
que tardaba en llegar
al frágil niño abandonado.

La moneda regalada
de la cual pende
la vida del hambriento y
la sed del pobre.

La verdad rechazada
por quienes temen
perder la vida que conocen,
desolados de angustia.

Jesús,
niño pequeño de Belén,
Dios creó nuestro corazón
para esperarte.

¿Cómo contener esta corriente de alegría?
¿Cómo apagar el sol de mediatarde?
¡Has venido por fin a nosotros!

Tú eres la promesa inscrita
en todo corazón humano,
en cada hora de la historia.

¡Cuántos reyes quisieron verte!
¡Cuántos humildes esperaron ver
lo que mis indignos ojos,
por infinita bondad divina,
contemplan este día dorado!

Seas eternamente bendito
por esta pobre alma
salvada de sus angustias;
extraviada, hasta que viniste a vivir con nosotros.

02-01-2010

jueves, 28 de enero de 2010

Me sentaré

Me sentaré
y decidiré bien dónde pondré mis balas
y cómo realizaré los disparos.

Tengo en mis manos
armas gigantes,
armas con las cuales otros hombres
vencieron imperios
derrotaron murallas
conquistaron libertad.

No dejaré
que la carne me retenga
que el mundo me distraiga
que mis sueños se duerman
que los ideales transen
que la máquina me arrastre
y en el día de mi muerte
me entristezca.

Soy un soldado de Jesús
y no quiero menos
que morir en la batalla
luchando con mi vida
a favor del Reino de la Vida
a favor de los pobres
a favor de los que sufren,
derribando iniquidades
venciendo con Cristo
para que los pueblos tengan vida en Él.

10-01-2010

MI MOTIVO

Hace ya un buen tiempo había comenzado a acariciar la idea de compartir la poesía y la música que me es regalada.

Durante muchos años me he dedicado a crear, pero los poemas y las canciones se han acumulado en las carpetas de mi computador sin cumplir su finalidad, cansándose de tanto encierro.

Mis creaciones tienen la esperanza de ser un regalo: enriquecer, elevar, hacer soñar, cuestionar, favorecer la reflexión, generar dudas, forjar razones, mover a la entrega, crear silencio, derribar y plantar, abrir el corazón... en definitiva, sacar afuera lo mejor de cada uno.

Pues bien, llegó el momento...

¡Salió un sembrador a sembrar!